Seguimos con nuestra rutina

Ahora cada 15 días vamos a hacernos analítica y con los resultados nos ajustan la quimio que va necesitando Oli.

Esto ya para ella es pan comido. La analítica le sigue imponiendo, pero gracias a Dios se deja perfectamente poner la aguja cada vez sin apenas chistar. Está claro que uno se hace a todo.

Hoy hemos llegado súper acompañadas, sus hermanos y un primo suyo se han apuntado al plan. Una de las enfermeras del hospital de día se llama Amparito, así que una de las emociones era que íbamos a unir a la nuestra y a la del hospi!

Oli iba feliz, era la gran prota, se peleaban por pasar la tarjeta y decía “no, la paso yo, que soy la que tengo leucemia”. El resto chafado porque no les tocaba a ellos. Qué gozada verlo así. Aquí la privilegiada es la que tiene la enfermedad, no despierta pena ni consuelo, va tan feliz y segura de sí misma. Ella es siempre la afortunada, tanto que muchas veces a los niños que la rodean, ignorantes de la dureza de lo que que está pasando, lo que les produce es envidia…

Pero no siempre esa fuerza que sale de ella es lo que realmente le pasa por dentro… El estado emocional de Oli va pasando por diferentes formas…

Tiene mucha seguridad la mayor parte del tiempo, y cuando no es capaz de realizar algo, actúa con pasotismo. No me enfrento y así no pierdo. Si le cuesta trabajo algo y sabe que tiene capacidad, lo da todo, se esfuerza la que más y consigue lo que se proponga; pero si en su interior siente que no lo va a conseguir, ahí ni lo intenta.

La mayoría del tiempo está feliz, parlanchina, ayudando en casa, cuidando a su hermana… y encantada, pero algo dentro de ella queda, como un resquicio de rabia, enfado que no habla de ello pero sale de vez en cuando con furia, ira y un desasosiego personal… Parece una adolescente de 7 años… Los demás lo vamos gestionando con paciencia, sobre todo sus hermanos. Pepe es al que más le afecta y el que mejor lo está haciendo, como él dice “mamá, siempre soy yo el que acabo cediendo”. Por suerte este comportamiento va a menos y en el fondo es bueno que no se trague su mal estar sola sino que lo exteriorice!

Lo que mejor le ha sentado ha sido el colegio, volver a su rutina. Ha estado 7 semanas enteras seguidas yendo y haciendo un esfuerzazo que se ha visto reflejado en las notas. ¡Olé Oli!

Y con la famosa sonda vamos genial. No quiere ni plantearse hacérselo ella sola, pero ya nos hemos más que acostumbrado y lleva 2 meses sin antibióticos!!!

Mañana vamos a grabar un programa de radio en el hospital y está emocionada. Le encanta ir, y, aunque sigue en obras la parte de abajo, ahora con toda la decoración de Navidad está todavía más bonito si cabe!

Visita al urólogo!

Después de cumplir 2 semanas de 3 sondajes diarios, hoy hemos vuelto al urólogo.

Oli está bastante bien. Hemos pasado un poco de nervios pensando que se avecinaba una nueva cistitis, pero al final es solo un poco de irritación provocada por la sonda, algo muy común y nada grave.

Los médicos están felices de llevar 3 semanas sin tener que tomar antibióticos y nosotros también. En la consulta nos dicen que sigamos sondando 3 veces al día y que si se pudiera 4, mejor que mejor. También nos han dicho que volvamos a urología en 3 meses… Así que eso tenemos, mínimo otros 3 meses de sondajes por delante. Lo maravilloso sería que Oli aprendiera a hacerlos ella misma, pero le impone mucho el tema, así que se los sigo haciendo yo.

Ya conmigo cada día es más fácil. Al principio siempre me decía “si te digo para, vas a parar?” “me va a doler?” “lo vas a saber hacer bien?” y ya cada vez se relaja más y confía más, por lo cual el sondaje en sí pierde la dificultad.

Su vida ahora, aun así, está siendo maravillosa. Va al cole, está con todas sus amigas, hace planes de cumples y de lo que se le ponga por delante; planes divertidos, exactamente los mismos que pueden hacer las niñas de su edad y eso le hace estar encantada.

A veces sigue teniendo cambios de humor bruscos, sobre todo en casa, reacción normal ya que todo lo que ha pasado no se olvida de la noche a la mañana. Le frustra mucho cuando se equivoca en algo y que le corrijan, hay que tener palabras de mucho cariño hacia ella. A veces dice “cómo quieres que lo sepa hacer?, soy pequeña y además llevo un año con leucemia, lo normal es que me equivoque”. Parece que ha oído más de la cuenta.

Con respecto a la leucemia todo marcha bien. Las químios que toma Oli no le sientan del todo mal y se mantiene bastante estable… no se puede pedir más! Volvemos a revisión el martes y miércoles que viene.

Y así seguimos para adelante, cada día más cerca de acabar, tirando de un cansancio acumulado pero viendo las cosas más fáciles y llevaderas, así que palante!!!!!